El mayor valor de las organizaciones reside, hoy en día, en sus equipos. Son sus miembros y lo que aportan al grupo lo que impulsa a la empresa hacia el éxito en sus metas y el cumplimiento de sus objetivos. En este sentido, los jefes de equipo juegan un papel primordial. El principal reto de las empresas es precisamente conseguir que sus líderes, ya sean directores, gerentes o managers, gestionen correctamente los equipos gracias a su preparación, experiencia y conocimiento. No en vano, el modelo de liderazgo, el talento, el esfuerzo y la pasión son los valores que determinan el éxito de una empresa.
Cinco son las funciones básicas que tiene que realizar un buen gestor de equipos: planear, dirigir, motivar, controlar y, especialmente, comunicarse con su equipo.
Planear. Lo más importante en todo buen equipo es que todos sus miembros tengan claro cuáles son sus objetivos, cuál es su misión. De esta manera, cada miembro podrá saber qué es realmente importante y qué no lo es para poder tomar las mejores decisiones. Tener claro qué hay que hacer no solo ayuda a tomar decisiones, sino que también es la mejor guía para priorizar, para saber qué es importante, qué es urgente y qué es secundario.
Por otro lado, cada miembro del equipo también deber saber cuáles son sus objetivos individuales y de qué manera contribuyen al buen funcionamiento del grupo. Y, finalmente, otro factor importante es saber de qué herramientas disponemos y cuáles son los procedimientos de trabajo. Si seguimos estas premisas, el equipo será más eficiente.
Asegúrate que cada miembro de tu equipo quiere, puede y sabe hacer su trabajo. Si no lo sabe hacer, fórmalo. Si lo sabe hacer, dale las herramientas necesarias.